Hector De Anda
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DÍASPORA

Por: YUNUEN E. DÍAZ V. MAYO 2014

En la actualidad, todos vivimos en movimiento. Zygmunt Bauman Escapar de la opresión del espacio parece ser la circunstancia del sujeto posmoderno, tirado de los sentidos por la exuberancia del descubrimiento, por el ansia de hallazgo, o por el deseo de escapar de un espacio marginal, el tránsito se nos presenta como nodo de subjetivación del sujeto contemporáneo. Y sin embargo, ante el horizonte de la migración constante, la racionalización del espacio se traduce en fronteras, por eso la Diáspora de Héctor de Anda no se construye desde el flujo, sino desde el límite, una pieza compuesta por treinta columnas que imposibilitan al espectador el tránsito. Dialéctica del muro. Fisicalidad que circunda la volatilidad del deseo, pero que no significa imposibilidad sino circunstancia, el muro no necesariamente nos detiene, a veces nos alienta a transgredirlo, aunque la vida se nos vaya en ello. La pieza de Héctor de Anda nos presenta una valla móvil, una brecha construida de pequeñas piezas que se entrelazan conformando una cordillera negra que representa los lindes que nos repliegan, sus inscripciones nos permiten vislumbrar nuestras condicionantes: el lenguaje, las posibilidades económicas, la historia, las costumbres, la memoria, pero también las circunferencias que nos traza lo social. Los otros muros que nos detienen, las franjas que nos alejan de ese ilusorio paraíso que rutila en el horizonte.

La travesía se confronta con el límite, el límite es la trama, el viajero se enlaza siempre con la franja que trasciende. Esta instalación de Héctor de Anda materializa en sus módulos las preguntas que sobrevienen sobre el flujo contemporáneo, sus collages contraponen la memoria con la promesa del futuro, la migración con las frontera, el éxodo con la permanencia; esas cajas negras, hacen las veces de maletas de viaje pero también de féretros donde la historia y la cultura trasminan para objetar a veces, y otras incitar, la partida, cada cubo es a su vez un linde, cada columna es una trampa, unidas componen la retícula que irrumpe en el espacio suspendiendo la promesa de la marcha.

 
 

 

Diaspora Hector de Anda

 
 

 

El artista ensambla los signos que le identifican en su tránsito: envueltos con periódicos, telas de algodón, papel kraft y pintura, vemos pequeñas piezas que nos recuerdan paquetes de envío, embalajes que resguardan la economía sin fronteras de las mercancías en el capitalismo hipermoderno, frente a la intrincada movilidad de los sujetos.

Mediante esta instalación Héctor de Anda nos presenta la dialéctica del desplazamiento y la oclusión. Frente a ese muro de ilusiones y lamentos, discurre la mirada para confrontarse con la experiencia de lo liminal. El espectador se encontrará en esta pieza imposibilitado para cruzar el borde, en cambio podrá reflexionar sobre la naturaleza de los desplazamientos en el mundo contemporáneo, sobre los lindes que debe derribar, entrampar, falsear, adulterar o trasgredir en su trayecto.

 

 

 

 

Hector de Anda Diáspora / Exilio

Ensamblaje, metal, cemento, carton, poliuretano, papel, acrílicos, tintas, collage 30 columnas de 215 x 30 x 30 cm cada una, 2014